En Ecuador, un chef/periodista/músico lidera una cruzada para combatir el desperdicio alimentario. Santiago Rosero es muy joven, pero tiene las cosas claras: nada que se pueda aprovechar se tira a la basura. Y todo desperdicio puede convertirse en su mejor versión.
Su obsesión por evitar el desperdicio tiene una razón poderosa, que él esgrime siempre como argumento: la tercera parte de los alimentos que se producen en el mundo se desperdicia cada día. Si una cuarta parte de esa cifra se aprovechara, se alimentaría a los 821 millones de personas que pasan hambre.
Conseguir una estrella Michelin no su mayor sueño. Y no es que este cocinero quiteño desprecie el reconocimiento al que aspiran los chefs de los mejores restaurantes del mundo. Pero las metas de este ecuatoriano, creador del proyecto socio gastronómico Idónea-Rescate de Alimentos, van por otros caminos.
Que alguien se convierta a la fe del consumo responsable y le confiese que lo ha pensado dos veces antes de tirar a la basura un plátano demasiado maduro. Que otra persona transforme ese plátano “dañado” en un delicioso pan. Que un tercero consuma ¡sin miedo! un yogur con fecha de caducidad cercana.
Cosas así de sencillas las que plantan una sonrisa en el rostro de este ecléctico quiteño, de 41 años y padre de un niño de ocho. Un espíritu viajero (fue cocinero en París y en Nueva York), conocido como periodista narrativo y como músico de la banda RoCola Bacalao.
Su talento y sus conocimientos son otras de sus armas: Rosero es capaz de convertir el alimento más estropeado en un elemento más de un plato gourmet.
¿Quieres conocerlo mejor?
El blog gastronómico Patata Santa publicó su historia y una interesantísima entrevista.
Seguir leyendo el artículo: Patata Santa Food Magazine
@patata.santa
POR GABRIELA PAZ Y MIÑO